Cuadro de Mando Integral

Premisas fundamentales

Una premisa fundamental para desarrollar un cuadro de mando del más alto nivel para la organización es que todas las personas involucradas estén básicamente de acuerdo en las características generales del sector y de la empresa en sí.  Esto quiere decir que la organización debe tener el tiempo y los recursos necesarios para que todas las personas involucradas en el proyecto puedan obtener la información necesaria para formarse una opinión bien fundada.
 
La dirección a menudo subestima los beneficios para la organización que se obtienen cuando los participantes poseen una imagen global de la situación real dentro y fuera de la empresa.
 
Se trata de un fracaso generalmente debido a esa especie de secreto que envuelve estos temas y la información de esta naturaleza.  La dirección no reconoce el alcance del problema y tampoco que muchos otros empleados necesitan este tipo de información para tomar la decisión correcta  y en especial para responder de forma rápida y dinámica a los deseos de unos clientes que cada vez discriminan y exigen más.  Este punto resulta especialmente importante si se espera que los empleados cambien su actitud de alguna manera especial.  No basta con pedirle a todo el mundo que actúe de una manera diferente de ahora en adelante.  Nuestro comportamiento está gobernado por valores y actitudes que, a su vez, se basan en nuestra experiencia previa.  Para que se produzcan los cambios necesarios hay que crear una atmósfera que lleve a la experiencia nueva que gradualmente afectará primero a las actitudes y luego al comportamiento.  De todos modos, con frecuencia se necesita alguna forma de influencia externa para producir una experiencia nueva.  Uno de los propósitos del proceso de cuadro de mando integral es alentar los estimulantes descubrimientos que son tan esenciales.
 
Cuando la organización ve a continuación los efectos de su nuevo comportamiento, se establece una especie de proceso autogenerado.
 
Además, estamos completamente convencidos por experiencia de que todo el proceso y la calidad del trabajo mejorarán de forma destacada si los participantes han recibido una documentación básica relevante y tienen la oportunidad de cuestionarla y desarrollarla más.  La mejor compresión de la situación que se deriva de darle tiempo e información a la organización resultará muy rentable más adelante en el proceso, cuando los participantes vuelvan a sus tareas diarias.