Cuadro de Mando Integral

La organización que aprende

La función primaria del cuadro de mando es controlar las operaciones de la empresa.  Proporciona un lenguaje que sirve para describir expectativas y resultados, con lo que prepara la base para discutir la forma en la que cada individuo puede contribuir a cumplir con la visión de la empresa. Por ejemplo, los esfuerzos para desarrollar bases de datos de clientes o para atraer nuevos clientes en nuevos segmentos del mercado tal vez no sean rentables a corto plazo, pero pueden quedar justificados en vista de los beneficios anticipados a largo plazo.  También proporciona la base para determinar el peso apropiado que tales esfuerzos deben tener en el balance general y para comunicar dicho peso a todo el control de gestión
 
Por extensión, también hay un efecto más cumulativo.  A indicador que adquirimos experiencia en el uso de la base de datos de clientes, o en las ventas en los nuevos segmentos, nuestras suposiciones sobre las relaciones causales se verán confirmadas o desmentidas.  De este modo, el cuadro de mando integral también puede facilitar el aprendizaje.  Como individuos o como empresa desarrollaremos una mejor comprensión de la relación entre lo que hacemos y el éxito que tiene la empresa.
 
Por descontado que es crucial que realmente utilicemos el cuadro de mando.  Lo que se necesita es una estructura de incentivos adecuada y indicadores prácticos para manejar la información que se ha generado, para que sea atractivo y posible desarrollar un conjunto de prácticas buenas para el cuadro de mando.